Creo que a mi generación le tocaron experiencias interesantes en cuanto a esta onda de la democracia. Nos tocó vivir una época en dónde nos enseñaban una cosa mientras practicaban otra de una manera bastante chistosa. Me acuerdo alguna vez de niño, escuchar a un adulto explicar que ella le iba al PRI porque prefería irle a los que ganan. En aquel tiempo no entendí la gran sabiduría que escondían esas palabras.
Estar del lado de los perdedores no es muy agradable. Hay luchas que se tienen que hacer, pero con las que ya estan ganadas, a veces es mejor limitarse a hacerse amigo del vencedor.
Total... 20 años más tarde me encuentro en otra situación electoral. Algunas cosas siguen igual, cómo el hecho de que yo no puedo votar. Otras son un poco diferentes: en este caso, el resultado es difícil de predecir.
La verdad yo ni le entiendo muy bien al sistema electoral gringo. Pero qué diferencia hace? El chiste es que tienes un voto, que probablemente no haga ni la más mínima diferencia excepto que quedarás con la conciencia tranquila y podrás pegar una calcamonía que diga "No me culpen a mi, yo no vote por fulano."
Con eso dicho, tengo que aceptar que después de leer la mitad de la biografía de Barak Obama quedé convencido de que estaría chido que ese vato fuera presidente. Tiene un pasado bastante interesante, es cómo un ícono de la globalisación. A parte, qué le pasaría a la identidad nacional gringa teniendo a un presidente negro? En México ya nos tocó tener a nuestro Benito Juarez y desde entonces nadie se siente orgulloso de ser gachupín.
Y, pos a ver que pasa... por lo pronto cuando menos se esta poniendo dos tre interesante la onda.
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